Livingston es un lugar único en Guatemala, solo accesible por barco y lleno de espíritu Garífuna. El viaje te lleva a través de un dramático cañón selvático antes de llegar a un pueblo lleno de ritmos Garífuna, calles coloridas y brisa marina. Nada en las cascadas de Siete Altares, relájate en Playa Blanca y disfruta de guisos de mariscos con coco mientras los tambores suenan de fondo.

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Justo afuera de Río Dulce, la Finca El Paraíso alberga uno de los fenómenos naturales más surrealistas de Guatemala: una cascada de aguas termales que se desploma en un río fresco abajo. Rodeado de denso bosque, es el lugar perfecto para relajarse, nadar y disfrutar del spa natural. Un corto paseo por el bosque te llevará a esta joya humeante, donde las aguas ricas en minerales y el paisaje exuberante crean una experiencia única.

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Adéntrate en el corazón de la historia Maya en Quiriguá, un sitio del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO, famoso por sus imponentes monumentos de piedra y sus intrincadas esculturas. Escondido en el exuberante Valle del Motagua, este tranquilo sitio alberga las estelas más altas jamás descubiertas en el mundo maya—algunas de más de 10 metros de altura—y enormes esculturas zoomorfas que representan criaturas míticas. Tranquilo, poderoso y bellamente conservado, Quiriguá es un lugar imprescindible para quienes tengan curiosidad sobre las civilizaciones antiguas.

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Donde el Río Dulce se encuentra con el Lago Izabal, el Castillo de San Felipe se erige como guardián: una fortaleza de piedra construida para defenderse de los piratas en el siglo XVII. Con sus torres, túneles y vistas al lago, este sitio histórico ofrece una combinación de aventura y encanto colonial. Camina por las murallas, explora pasadizos ocultos e imagina los días de los galeones españoles y los saqueadores del Caribe. Es la escapatoria perfecta al pasado, justo al lado del agua.

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Embárcate en una inolvidable caminata a través del exuberante bosque lluvioso en la Hacienda Tijax, que te llevará hasta la Torre del Chamán, un impresionante mirador que ofrece vistas panorámicas de la región del Río Dulce. Cruza puentes colgantes, sumérgete en la vibrante jungla y descubre la fauna nativa en el camino. En la cima, disfruta de vistas impresionantes del paisaje circundante, incluyendo el río, los bosques y las plantaciones cercanas.

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Hay canoas, kayaks y un bote de remos gratuitos para usar y para llevarte a disfrutar de la plataforma de baño en el río.